No te compares: el valor de tu propio camino cuando decides cambiar tus hábitos

No se trata de ser el mejor, sino de ser constante y fiel a tus objetivos.

Pero hay algo aún más difícil que empezar: no compararte con los demás mientras lo haces.

Vivimos rodeados de imágenes perfectas, cuerpos definidos y progresos aparentemente rápidos.

La «perfección» en redes sociales no es real

Seguramente revisas tu perfil de Instagram y parece que todo el mundo entrena a diario, come de manera impecable y nunca se salta una rutina. Pero la realidad, la que vivimos los entrenadores y las personas que decidís comenzar a cuidaros, es muy diferente. Cada cuerpo tiene su ritmo, cada mente su momento, y cada cambio su propio proceso.

No te compares: cada cuerpo tiene su historia

¡Diversión asegurada!

Cuando comienzas un cambio de hábitos o te inicias en las rutinas de ejercicio, es habitual mirar alrededor y pensar: “¿Por qué yo no avanzo igual?”, “¿Por qué me cuesta tanto?”, “¿Por qué a ellos les resulta tan fácil?”.

La respuesta es sencilla: porque no somos iguales.

Tu cuerpo tiene una historia, una genética, un contexto y unas experiencias distintas a las de cualquier otra persona. No sabes si esa persona que ves corriendo con facilidad lleva entrenando diez años, si ha pasado por lesiones, o si simplemente está en otra fase de su vida.

La frustración es parte del proceso

Cuando te decides a incorporar el ejercicio en tu vida, las expectativas suelen ser altas. Esperas resultados rápidos: perder peso, ganar fuerza, notar cambios visibles. Pero el cuerpo necesita tiempo.

Y ahí es donde aparece la frustración.

Sentirse frustrado no significa que estés haciendo algo mal, sino que te importa lo que estás haciendo. Es un signo de compromiso. Lo importante es no quedarse atrapado en esa sensación, sino aprender a gestionarla.

Consejos para no caer en la comparación

Sigue tu propio ritmo. No importa si tardas más: lo importante es no parar.

Anota tus progresos. Pequeños cambios acumulados son grandes victorias.

Rodeate de apoyo positivo. Entrenar en un entorno que te motive, como en TP Trainers, puede marcar la diferencia.

Evita medir tu valor en fotos o números. Escucha cómo te sientes, cómo duermes, cómo respiras.

Recuerda por qué empezaste. Volver a tu “por qué” te ayudará a recuperar la motivación en los días difíciles.

En resumen: tu proceso vale la pena

Cambiar hábitos y empezar a entrenar no es un camino lineal. Habrá días de energía y días de cansancio, semanas de avance y semanas en las que parecerá que nada cambia. Pero cada paso cuenta.

En TP Trainers, en Oviedo, creemos que el entrenamiento va mucho más allá del físico. Es una forma de reconectar contigo mismo, ganar confianza y construir una versión más fuerte —por dentro y por fuera—.

Así que la próxima vez que te mires al espejo, no pienses en quién deberías ser.
Piensa en todo lo que ya estás consiguiendo.
Porque tu progreso no se mide en comparación con nadie más…
sino con la persona que eras ayer.